“Jehová cumplirá su
propósito en mí;
Tu misericordia,
oh Jehová, es para siempre;
No desampares la
obra de tus manos.
Salmo 138:8 (RVR60)
Seguramente
podemos recordar situaciones en las que comenzamos a leer algún libro,
iniciamos un proyecto o nos comprometimos con alguien más, y al final el
resultado en todas estas escenas fue el mismo… no terminamos lo que un día comenzamos.
En todas estas cosas quizás el resultado fue frustración, desanimo, decepción
debido a que no concluimos lo que un día anhelamos. Hoy podemos dar gracias que
no tenemos un Dios que deja las cosas a medias.
Si has comenzado tu caminar con el Señor hace poco tiempo o quizás hace
ya mucho tiempo atrás, es probable que hayan cosas en tu vida que han
permanecido iguales: temores, miedos, malos hábitos, etc., que no los puedes
cambiar y eso te hace dudar en tu caminar con Dios. Esto ocasiona que pensemos
que no somos aptos para que Dios nos use o para que Dios haga maravillas con
nosotros pero déjame decirte que
Dios no escoge a los capacitados, Él capacita a los escogidos.
La Palabra de Dios dice: “Estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses
1:6 RVR60). Te animo a creer que Dios siempre termina lo que empieza,
¡incluyendo su obra en tu vida!
Quizás hoy tengas sueños, metas y objetivos en tu vida, pero el Señor no
quiere que dejes esos sueños inconclusos e incompletos. Él quiere que
cristalices cada una de esas metas y las hagas realidad en tu vida. Decide hoy
aceptar el caminar junto a Jesucristo y permite que Él obre en tu vida, y estoy
seguro que en Sus manos serás moldeado como barro hasta llegar a tu forma
perfecta.
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en
Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os
perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”. (1 Pedro 5:10 RVR60)
hermosa reflexión
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